Mientras juegan, los niños deben cooperar, negociar, compartir, turnarse y seguir las reglas. Los niños practican el autocontrol, aprenden los roles y las reglas de la sociedad a través de juegos con otros.
La prueba y error están en el centro de la innovación. Los niños que aprenden a explorar (y fallan) tienden a ser más felices, más creativos y más seguros en su vida diaria.
Los estudios han demostrado que el juego ayuda a los niños a desarrollar habilidades físicas, aprender nuevos conceptos cognitivos e incluso mejorar su lenguaje y sus habilidades sociales.
Conceptos cognitivos
Los niños resuelven problemas a través del juego. Al principio, aprenden colores, formas, números y tamaños, y luego pasan a niveles más altos de pensamiento a medida que evolucionan.
El juego también puede ayudar a expandir la memoria, la capacidad de atención, el pensamiento critico y pensamiento lateral.
Habilidades sociales
Mientras juegan, los niños deben cooperar, negociar, compartir, turnarse y seguir las reglas. Los niños practican el autocontrol, aprenden los roles y las reglas de la sociedad a través de juegos con otros.
Además de ayudar a desarrollar importantes habilidades para la vida, el juego tiene muchos beneficios para la salud, lo que ayuda a reducir el estrés y aumentar la felicidad.
También proporciona un contexto para el aprendizaje, brindando a los niños un mundo en el que pueden imaginar escenarios de la vida real y cómo funciona todo en conjunto.
Ya sea que su hijo participe en juegos al aire libre, juegos desordenados, juegos imaginativos, juegos creativos, juegos de rol o cualquier otro tipo de juego que puedan inventar, ¡el juego es esencial para el aprendizaje, en todas las edades!